marcando la diferencia: Charles Robinson III, MVZ

Charles Robinson III, MVZ, veterinario del centro Banfield Pet Hospital de Newnan, Georgia, sabía que quería ser veterinario ya desde la escuela media, y el camino se volvió aún más claro en la escuela secundaria. Como voluntario, tuvo la oportunidad de observar al Dr. Leland McLaughlin, uno de los destacados veterinarios afroamericanos de Banfield, y conoció de primera mano la profesión veterinaria.

El Dr. "Mac" se convirtió en un mentor a lo largo de la vida, ofreciendo apoyo e incentivo al Dr. Robinson durante su carrera. Nos emocionó hablar con el Dr. Robinson sobre su inspiración, educación, carrera profesional y la importancia de la diversidad en la práctica veterinaria. Una excelente persona y una excelente conversación. ¡Que la disfrutes!

Voluntario durante dos semanas, mentor para toda la vida

En la escuela secundaria, formé parte de una clase de salud en la que, sea lo que fuera que aspirábamos a ser (enfermeros, médicos, lo que fuera), teníamos que ir a un hospital a observar durante dos semanas para estar expuestos a la profesión. Yo iba diciendo: "Hola, me llamo Charles. Soy estudiante de secundaria y espero un día convertirme en veterinario. ¿Podría observarlos a todos durante dos semanas?". El Dr. Mac, un hombre muy entusiasta y enérgico, me dijo: "Por supuesto, ven, nos encantaría que nos acompañes".

Así que los observé durante dos semanas y me divertí mucho. Por supuesto, como voluntario, no puedes tocar nada, pero creo que el Dr. Mac pudo ver cuán comprometido estaba. El último día de mi experiencia como voluntario me dijo: "¿Quieres un empleo?". Y ahí mismo me dio un empleo como asistente de perrera. Desde entonces, fui ascendiendo de asistente de perrera a asistente veterinario, y luego fui a la facultad de veterinaria para convertirme en veterinario.

El Dr. Mac no solo fue mi mentor en la clínica, sino que también ha sido mi mentor en la vida, como un hermano mayor, o como un padre. Estuvo presente para mí cuando yo intentaba ingresar a la facultad de veterinaria. Mi trayectoria fue poco tradicional: no logré ingresar la primera vez que me postulé. Durante esa etapa de crecimiento, estuvo allí para apoyarme, alentarme y ayudarme a ver mi camino. Siempre me enseñó a confiar en el proceso. Ya saben, todo es un proceso y hay que empezar a hacer cosas teniendo en mente el resultado final. Y cuando logré ingresar a la facultad, fue una de las primeras personas a las que llamé, y celebramos juntos por teléfono. Estaba tan emocionado por mí.

Una excelente forma de pasar el verano

Durante mi primer año en la Tuskegee University, Banfield organizó un almuerzo informativo sobre el Programa de Trabajo de Verano en Banfield. Es una oportunidad para que estudiantes de veterinaria trabajen en Banfield Pet Hospital durante el verano, aplicando en la vida real lo que han aprendido en el aula, y conozcan más acerca de la empresa. Yo ya estaba muy familiarizado con Banfield, y el programa de verano era una excelente oportunidad para continuar mi trayectoria.

La diversidad es importante

Solo alrededor del dos por ciento de todas las personas en la profesión veterinaria son afroamericanas. El hecho de poder representar a una pequeña parte de esa población me genera un mayor deseo y ambición de brindar un excelente servicio al cliente a personas de todo tipo de orígenes y demostrar mi compromiso y pasión por ayudar a las mascotas. Creo que es fundamental que la gente vea que los afroamericanos estamos aquí y que dejamos nuestra marca en la profesión.

Banfield definitivamente apoya la diversidad y fomenta la formación de equipos, la camaradería y la sensación de ser una "familia". Valoro verdaderamente trabajar para una empresa en la que puedo ser auténtico.

El esfuerzo te eleva

Realmente adoro mi trabajo. El trabajo arduo, el sacrificio, las lágrimas, todo valió la pena. Es verdaderamente genial. Puedo mirarme al espejo y decir: "Me he convertido en médico, estoy marcando una diferencia".

Y sí, es difícil formar parte de esta profesión. Y, lo más importante, es difícil al principio. A veces uno se siente como si estuviera en una isla. Por lo tanto, es fundamental contar siempre con esa persona que pueda actuar como mentor, un confidente, un amigo. Por eso, definitivamente quiero estar presente para los jóvenes, poder ayudarlos como mentor. Hay una cita de Booker T. Washington que dice: "El éxito siempre deja huellas".