Guía de Banfield para el cuidado odontológico de las mascotas

¿Su mascota tiene mal aliento? Podrían ser sus encías.

Dado que las mascotas no pueden cepillarse, sus dientes acumulan una placa dental maloliente de bacterias, saliva, moco y partículas de alimentos. Todo esto se endurece para formar un sarro dental duro que irrita las encías, lo que a menudo conduce a la enfermedad gingival o periodontitis. El resultado: Molestias, posible pérdida de hueso y un muy mal aliento de su mascota.

Desafortunadamente, para cuando cumplen tres años más del 75 % de los perros y casi el 70 % de los gatos desarrolla síntomas de enfermedad gingival. ¡Eso es muy joven para que tu amigo peludo tenga dientes manchados y encías dolorosas e hinchadas!

Afortunadamente hay cosas que puedes hacer para mantener las encías, los dientes y la boca de tu mascota frescos y saludables. Incluso podrías reconocer algunas de ellas por tu propia rutina dental.

El cuidado constante de la higiene oral en casa es enormemente importante, incluso más importante que las limpiezas anuales.

Cepillarse en casa

Cepillarle los dientes a su perro, o gato, a diario es el paso n.º 1.

En primer lugar, deberá acostumbrar a su mascota a que le toquen los labios y los dientes. Siempre sugerimos comenzar cuando son cachorros o gatitos; pero con suficiente paciencia y cuidado amoroso, también es posible convencer a los animales de edad más avanzada.

Una vez que su mascota se acostumbre a tener los dedos en la boca, usted estará listo para cepillarle los dientes. Nunca use pasta de dientes para humanos, ya que puede ser tóxica para las mascotas. Use pasta de dientes especial para mascotas, que generalmente sabe a algo que le gusta a su mascota. Deje que su mascota la huela y la pruebe, para que vea cuán deliciosa puede ser. Luego, tome un cepillo de dientes muy suave, un cepillo de dedo, o incluso una gasa alrededor de su dedo, y use la pasta para limpiar suavemente la parte exterior de los dientes de su mascota. No se preocupe: aunque para su mascota el cepillado puede resultar una experiencia abrumadora, su hospital veterinario Banfield puede ayudarlo.

Y recuerda ser constante. Si realiza un cepillado diario durante algunos meses y luego deja de hacerlo, no servirá de nada; el cepillado de rutina tres veces a la semana hará mucho más.

Premios para los dientes

El cepillado es solo el principio. Dependiendo de las necesidades de tu mascota, hay muchas formas de contribuir a una mejor salud dental en tu rutina:

• Los mordillos masticables pueden ayudar a evitar que las bacterias se acumulen en los dientes.
• Los aditivos especiales en el agua pueden ayudar a reducir la placa dental
• Otras opciones son los aerosoles dentales, los geles, las toallitas y las dietas especiales

Hable con su equipo veterinario sobre el mejor plan de tratamiento según el temperamento de su mascota.

Haga limpieza dental

El cepillado y los mordillos masticables son una gran ayuda para mantener sana toda la boca de su mascota y para que su aliento no sea tan terrible. No obstante, la higiene dental no está completa sin un examen y una limpieza dental profesional anual de la mano de un veterinario para garantizar que la placa desaparezca y que la boca, los dientes y las mandíbulas estén en buen estado.

También se recomienda: Añada rayos X dentales preventivos de boca completa a la limpieza dental profesional de su mascota. Estas imágenes digitales son una excelente manera de comprobar posibles problemas debajo de las encías y detectar caries y enfermedades dentales dolorosas antes de que puedan causar otros problemas de salud, tanto bucales como de otro tipo. Además, puede añadir fácilmente esta opción al Optimum Wellness Plan® de su mascota e incluirla en sus pagos mensuales. Ahora es un buen momento para ponerse en contacto con su equipo veterinario y ver qué recomiendan.

Dientes sanos, mascotas sanas

El cuidado odontológico es una parte importante para mantener a cualquier compañero peludo feliz y sano. Así que integre a su rutina el cepillado habitual y la limpieza profesional periódica. Eche una mirada a esos amorosos ojos (y una bocanada de ese aliento más fresco), y creemos que estará de acuerdo en que vale la pena.