qué asco, ¿por qué los perros comen heces?
Pura dulzura (menos en el aliento)
Los perros hacen muchas cosas que la mayoría de la gente no haría. Olfatean traseros. Hacen pis en lugares públicos. Y a menudo quieren comer cosas asquerosas que encuentran, como las heces, que la gente considera… asquerosas. Si su cachorro come heces, la buena noticia es que no es una actividad infrecuente en perros (quizás no sean exactamente "buenas noticias"). Esto es lo que necesita saber si su cachorro empieza a comer heces.
El motivo detrás de los perros que comen heces
La coprofagia (comúnmente conocida como "qué asco, mi perro come heces") es una forma de pica, o una ingesta inapropiada de cosas que no son alimento. Así como hay diferentes razas de perros, hay diferentes tipos de coprofagia. Y no se da solo en los cachorros. Algunos perros solo comen heces de especies específicas, como los deliciosos "regalitos" que se encuentran en el arenero para gatos. Algunos cachorros comen las heces que encuentran como parte de la exploración normal en busca de alimentos y luego lo superan. Otros perros tienen paladares menos exigentes, están más dispuestos a masticar heces al azar y necesitan una intervención más específica.
Qué hacer si su perro come heces:
- Limite el acceso a las heces. Eso implica bloquear el arenero, levantar las heces del patio cuando las vea y, por lo general, estar atento cuando salga con su perro.
- Asegúrese de que su cachorro tenga un entorno adecuado para el descanso, el juego y el ejercicio. Cuantas menos heces haya en su entorno, menos se sentirá tentado a probar.
Cosas que no debe hacer con los perros y las heces:
- Permitir el acceso no supervisado a zonas con heces
- Castigar a su cachorro después del hecho
- Probarlo usted mismo
Cómo puede ayudar Banfield
Si el hábito de comer heces de su perro le preocupa, lo mejor es consultar a su equipo veterinario. Algunos cachorros probarán una o dos veces como parte de su desarrollo normal, mientras que algunos perros adultos pueden tener debilidad por las heces de gato, que están llenas de proteínas. Sin embargo, la coprofagia también puede ser un indicio de mala alimentación o de un entorno de carencia, o de comportamiento compulsivo. Su equipo veterinario está a disposición con consejos dietéticos y de comportamiento para los perros que parecen no poder abandonar el hábito de las heces.